La segunda trilogía cuenta otro episodio especialmente relevante para entender la figura del “ambaxtos”, que ilustra la fuerza con la que dicha institución llegaba a vincular a ambas partes.: El asesinato de Asdrúbal el Bello. Quizás el primer testimonio de la devotio celtíbera (una versión extrema de la clientela que incorporaba elementos religiosos), llevó a un ambaxtos a infiltrarse en el Palacio de Qart Hadasht y a asesinar al propio Asdrúbal para vengar la muerte de su jefe, despreciando la propia vida y aceptando el dolor y la tortura con tal de consumar su pacto.
En esta obra exploran por tanto la fuerza de este antiguo vínculo a través de las historias de estos ambaxtoi, los seguidores del líder, del Viros Veramos, que constituían el músculo y fuerza principal los pueblos celtíberos, y relacionan además esta temática con mundo funerario celtíbero, que exploran en la última parte del disco a través de los temas “Ataecina”, “Las Llamas del Ustrinum” y“Descarnatio”.